jueves, 6 de mayo de 2010

Aquella ocasión el ventanal con el vitral de papagayos estalló en mil pedazos, nadie supo que había pasado la noche en que el arma fue disparada y el asesinado decorado como mapa mundi. Algunos dicen que fue una mujer con trastornos mentales, algunos más, que el crimen lo realizó un hombre lánguido y de aspecto indigente.
Los periódicos locales aún no imprimen notas sobre aquello.
Quizá porque el crimen nunca ocurrió o porque aún la sangre en la escena es excitante.
Todo se sabrá a su tiempo, aguardaré el día en que mi rostro sea idolatrado ante multitudes, mientras esperamos, te invito una copa, vamos a tu casa, nos podemos cómodos ¿Qué te parece? Por cierto, ¿te había dicho antes que los ojos amarillos muy abiertos del vitral de papagayos que adorna tu casa me gusta mucho?

No hay comentarios:

Publicar un comentario