jueves, 17 de septiembre de 2009

UN TRISTE FINAL

Que fácil es para ti decir que voy a estar bien, cuando por tu vida pasan los mejores momentos, cuando al salir del cuarto llevaste tu mano a la frente haciendo la señal de la cruz, y juraste que dios me ayudaría; aunque tú no crees en esos fanatismos. Y ahora resulta que después de un viernes donde jugamos a querernos; regresas para decirme que aquello lo olvidas por temor a que te vean junto a mí: junto a una mujer incompleta. En realidad no sabes nada de mí y hasta tú me haz escupido en las heridas. ¡Que ironía el que digas que mis amores pasados han dejado ir a la mujer ideal, la que todo hombre quisiera para esposa; cuando ni siquiera tú has disimulado tu asco! Sí, lo admito estoy mutilada, he rogado limosnas de amores y hasta he peleado perlas con los cerdos, ya lo sabes ¿y ahora qué? ¿Algo cambiará entre nosotros?

Te vanaglorias llamándome amiga como si en la práctica eso fuera lo correcto, juras por tus ideales comunistas que darías tu vida por hacerme enteramente feliz si hubiera llegado año y medio antes a tu vida. Me hablas de lo maravilloso de tu compañera mientras miras mi agonía, no te envidio por que en algún tiempo de mi vida igualmente me harté de aquellos placeres en los que el amor te envuelve, también fui bella y prefiero quedarme con eso; con mis mejores momentos. Te lo pido seriamente, no me fastidies más haciendo obvia mi mediocridad, no presumas el oro que guardas en los bolsillos cuando sabes que soy pobre y no me invites a tomar asiento junto a un banquete que no puedo comer.

Estas son mis últimas palabras para la fila de amores que llega a su fin contigo, alguna noche un hombre me dijo que el odio si es un sentimiento, me niego a saber esa respuesta; por que sería aceptar que he perdido frente al oponente más débil; pero hasta yo estoy cansada de maldecirlos, de afirmar que su felicidad la inventaría para mí cuando todo aquello es mentira, de darle un poder no correspondido a todo el que tenga piel blanca y cabello rizado.
Pero ya, ejecutemos el acto final y bajemos el telón.

¡GRACIAS POR VENIR!

domingo, 13 de septiembre de 2009

ESPECIALMENTE SIN ASUNTO

En realidad no se cómo decirte
es de suponer que aquello sería fantástico llegado el momento; llegada la hora de mirarnos sin premura y sin afanes suicidas.

sin embargo ahora me siento ridícula diciendote que todo está bien entre nosotras, que hemos olvidado lo de aquella noche: los besos, las caricias, los amores mezclados.

no hables del futuro si en él no estamos las dos

no te preocupes

no es la primera vez que me enamoro

lunes, 7 de septiembre de 2009

LO PROMETIDO

Lo prometí señores ahí está el texto de Cortázar

A LOS MALOS ENTENDEDORES

Polanco le dijo a Calac que muchos no pescaban lo de Yepes, sobre todo por el lado del Río de la Plata, estuario majestuoso.

-Si capisce- dijo Calac que amaba las lenguas exóticas.- Vos fijate que la misma cosa se podría mostrar de cincuenta maneras diferentes, pero batata que más de cuatro tampoco querrían entenderla. Yo agarré el boxeo porque me tira, pero ponele que sean un poema que empieza: todos quieren ir al circo/ para aplaudir al clown. La teoría- muy dialéctica, percátate- es que si no fueran no habría clown; en efecto, nadie avistó hasta ahora a un clown en medio del Sahara, o en el desolado  ice pack de que tanto hablan en esa Hatteras. Ni decir entonces que ellos están dispuestísimos a ir l circo y suscitar dialécticamente al clown. ¡Vamos, música, luces, acción! ¿Pero qué pasa? Pasa que no hay clown aunque ellos estén allí amontonados para aplaudirlo o silbarlo, y cuando se dice clown también se podría poner héroe o ídolo o novedad bibliográfica o último gadget. Todos quieren ir al circo pero al llegar no encuentran al clown; entonces empieza lo Yepes, te das cuenta. Hay que ver cómo se enfurecen, un clown se debe a su público, un prócer a su patria, un  poeta a su tierra, un hijo a su madre, esas novedades sensacionales. Todos quisieran ir al circo y que el clown estuviera por fin ahí bien enharinado. Lo reclaman a gritos, a  columnas hebdomadarias, con posters y con cartas llenas de usted se debe a, nosotros aquí queremos ir al circo o al estadio o a la sala de conferencias y qué pasa, no hay clown, no hay conferenciante, de quién nos vamos a enamorar, con quién nos vamos a agarrar a patadas, las musas locales se enfurecen, que vuelva si es hombre, esto es un escándalo. Yo, que querés, le guardo un gran cariño a Yepes, pero no es culpa mía si al final alguien que no está ahí le rompe el alma.

-¿Vos no te estarás curando un poco en salud?- dijo Polanco.

-Eh, sicuro- dijo Calac.- A ver si vas a esperar que se te perfore el apéndice para ponerte la bolsita de hielo. Y otra cosa, che: no todos quieren ir l circo, no todos reclaman al clown a grito pelado. Yo estoy con esos comprendés, con los que necesitan del ídolo en persona porque de él tiene algo mejor y más cercano. En el fondo yo pienso que son ésos los que le rompen la cara a Yepes, uno no necesita ni siquiera estirar la mano. No somos nada, pibe, pero qué amigos tenemos. 

PRIMAVERAS DISCONTINUAS

Entonces miro tu ventana y escribo líneas que no saldrán del círculo de mi imaginación, cierro los ojos y me vienen a la mente momentos anhelados que jamás sucederán, lagrimeo un poco y escucho a mi padre decir que no hace falta llorar por los muertos, así sucede cuando nuestros ojos cruzan cómplices miradas; miradas librando viejas batallas.


¿Acaso nunca os habéis pasado el síntoma del enamorado delator? El mismo que te mira desde su trono de salvación pero al cual jamás eres invitado, como en aquella parábola que escuchabas de la boca de dios, en la que te aconsejaba no tomaras asiento en una mesa con reservación para dos; no la hagas tanto por conservar la dignidad sino por tu propio bienestar. ¿Bienestar, acaso dios repite frases sacadas de libros de superación personal, o de la revista que hojeaba mientras esperaba su turno en el dentista? 

Cambiando de tema, te invito un café.


Yo, descafeinado vos sabés que por las noches duermo para no soñar que te tengo entre la saliva y mis piernas. No piense que estoy loca por el hecho de hablarle en diferentes formas, pero quizá note mi gusto por las lenguas exóticas. Capítulo 1: no existen los encuentros casuales, el destino no está trazado por nadie y el odio no es amor. No finjamos otra vez querido amigo, que nos amamos con locura si al cerrar la puerta fantaseamos con nuestro vecino. Además a que idiota a partir de ti asegura que el odio puede ser un sentimiento que espera en casas de cambio.

Dejemos de jugar al amor funcional, bien sabemos que jamás estarás conmigo aunque lo intentes, aunque me beses la mejilla y asegures que soy el nuevo amor de tu vida; como días atrás otros labios lo pronunciaron.

El café se terminó y de la misma manera mi intención de charlar, además hoy tengo clase de pintura, quizá mi profesor acepte ser mi cómplice en esto del amor revólver.

 

jueves, 3 de septiembre de 2009

En teoría este debería ser un día perfecto y especial pero como siempre algo tenía que olvidar. Les debo el texto de mi novio Cortázar espero subirlo mañana.
Feliz cumpleños a los festejados de hoy

COMO ERAN LAS COSAS

Creo que es momento para otra bomba de humo y batirme en retirada, nuestra sociedad me perjudica. Vos no sos un chico cualquiera; que ridiculo es que pienses que todo es tuyo inclusive yo.
Todo eso tuyo puede ser pero esta noche es para los dos. Quizas fue la mañana en que vendados los dos descubrimos como eran las cosasy sin abrir los ojos nos teletransportamos a donde deseariamos estar; entonces deshace el hechizo que me obliga a arrastrarme entre guinea y tu sabana.
Nuestra sociedad no ayuda mucho. mientras la pasas bien , yo lucho.
Quizas fue en la mañana en que vendados los dos descubrimos como eran las cosasy sin abrir los ojos nos teletransportamos a donde deseariamos estar.Pero tambien lo siento que solo es un momento que todos deberiamos pasar...

POR LAS VECES QUE NO DIJE "TE QUIERO"

He perdido la cuenta y el nùmero de veces que he reescrito esta carta, de cuantas hojas he tirado intentando encuadrar palabras exactas para lo que quiero decirte aunque al final lo adivines.
Esta vez no quiero iniciar mi carta con los protocolos acostumbrados, sòlo desearte el mejor de los cumpleaños como desde hace cinco, no deseándote lo mejor pues sabes que no tengo nada en particular, sino esperando que este año que sumas a tu lista no pase como los anteriores. Sé bien que no esperas algo de mí, que muchas cosas han pasado inesperadamente, que el mundo ha girado mil veces en sentido contrario a nosotros. Y para variar, esta vez no quiero proponerte algo; no puedo.
Pero aún así no quiero pasar esta fecha inadvertida, me conoces y sabes que en ocasiones por ti he rayado en muchos adjetivos. Aunque ahora todo ello perdió importancia.
Disculpa si en algunas líneas flaqueo pero he perdido la noción de infinidad de cosas menos de aquello que conserva tu aroma.
Quiero ser sincera contigo y decirte que es verdad todo auqello que guardaste en tu álbum de recuerdos, que miro la distancia que se ha abierto entre nosotros sin tener el valor para cruzarla, y que no puedo sólo tomarte del brazo y decirte que te quedes una vez más a mi lado; así entonces no llorar por tu salida. Exponente al cuadrado: te extraño de una manera raramente impredecible, en ocasiones te siento tan cerca de mi y en otra simplemente no estás; no sé si a ti te pase igual eso de recordar momentos que jamás debieron terminar, pero como tu siempre dijiste; somos titeres de las circunstancias. Quizá este sea uno de los escritos más sinceros que redacto en plan de los que ahora somos: dos fugitivos que intentan escapar de algo superior a ellos.
Me declaro culpable en todo lo que te involucre a ti, en lo abenturado de entender eso de quièn ama más en una relación, de quién comete más errores, derramas más lágrimas y repite más veces en una carta las palabras te extrño, regresa conmigo.
En realidad escribirte que no he contemplado la ventana en espera de que tus ojos vuelvan a mirarme, que no imagino los ocasos desde lo alto de nuestro edificio, que mi nuevo amor son los de ficción; sería afirma que he encontrado el guato por la muerte. Son tantas cosas a la vez Seño Z ¿debo decirte Señor, o inventar un código que sólo los dos podamos decifar? No lo sé, a veces somos tan tecnológicos que nos olvidamos de lo sensible. Como aquél que olvida el ámbar del pasado por lo espectacular de un presente envuelto en joyeria de fantasía.
Pero terminemos este párrafo sin daños de colisión.
Corto de tajo concluyando que en realidad no sé cómo continuar éste, pues todo se remueve de nueva cuenta, mira que solo yo comienzo con una felicitación y termino con lo mejor del imaginario colectivo.
Así entonces gira el prisma a contraluz y te darás cuenta de que sigo siendo la misma persona. Pero hazlo cuando sea conveniente; antes no quiero mentirte.