jueves, 3 de septiembre de 2009

POR LAS VECES QUE NO DIJE "TE QUIERO"

He perdido la cuenta y el nùmero de veces que he reescrito esta carta, de cuantas hojas he tirado intentando encuadrar palabras exactas para lo que quiero decirte aunque al final lo adivines.
Esta vez no quiero iniciar mi carta con los protocolos acostumbrados, sòlo desearte el mejor de los cumpleaños como desde hace cinco, no deseándote lo mejor pues sabes que no tengo nada en particular, sino esperando que este año que sumas a tu lista no pase como los anteriores. Sé bien que no esperas algo de mí, que muchas cosas han pasado inesperadamente, que el mundo ha girado mil veces en sentido contrario a nosotros. Y para variar, esta vez no quiero proponerte algo; no puedo.
Pero aún así no quiero pasar esta fecha inadvertida, me conoces y sabes que en ocasiones por ti he rayado en muchos adjetivos. Aunque ahora todo ello perdió importancia.
Disculpa si en algunas líneas flaqueo pero he perdido la noción de infinidad de cosas menos de aquello que conserva tu aroma.
Quiero ser sincera contigo y decirte que es verdad todo auqello que guardaste en tu álbum de recuerdos, que miro la distancia que se ha abierto entre nosotros sin tener el valor para cruzarla, y que no puedo sólo tomarte del brazo y decirte que te quedes una vez más a mi lado; así entonces no llorar por tu salida. Exponente al cuadrado: te extraño de una manera raramente impredecible, en ocasiones te siento tan cerca de mi y en otra simplemente no estás; no sé si a ti te pase igual eso de recordar momentos que jamás debieron terminar, pero como tu siempre dijiste; somos titeres de las circunstancias. Quizá este sea uno de los escritos más sinceros que redacto en plan de los que ahora somos: dos fugitivos que intentan escapar de algo superior a ellos.
Me declaro culpable en todo lo que te involucre a ti, en lo abenturado de entender eso de quièn ama más en una relación, de quién comete más errores, derramas más lágrimas y repite más veces en una carta las palabras te extrño, regresa conmigo.
En realidad escribirte que no he contemplado la ventana en espera de que tus ojos vuelvan a mirarme, que no imagino los ocasos desde lo alto de nuestro edificio, que mi nuevo amor son los de ficción; sería afirma que he encontrado el guato por la muerte. Son tantas cosas a la vez Seño Z ¿debo decirte Señor, o inventar un código que sólo los dos podamos decifar? No lo sé, a veces somos tan tecnológicos que nos olvidamos de lo sensible. Como aquél que olvida el ámbar del pasado por lo espectacular de un presente envuelto en joyeria de fantasía.
Pero terminemos este párrafo sin daños de colisión.
Corto de tajo concluyando que en realidad no sé cómo continuar éste, pues todo se remueve de nueva cuenta, mira que solo yo comienzo con una felicitación y termino con lo mejor del imaginario colectivo.
Así entonces gira el prisma a contraluz y te darás cuenta de que sigo siendo la misma persona. Pero hazlo cuando sea conveniente; antes no quiero mentirte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario